En México existen alrededor de 28 millones de usuarios de tarjetas de crédito; de los cuales solo una mínima parte cubre el saldo mensual de sus disposiciones.
Esta situación de endeudamiento aunado al bajo nivel salarial en nuestro país, ha generado que muchos tarjeta habientes, sobre todo de las llamadas tarjetas “clásicas”, solo estén cubriendo los pagos mínimos que les indica su Banco emisor.
Este es un problema permanente de endeudamiento que difícilmente una gran mayoría de tarjeta habientes podrá finiquitar en su totalidad en el corto plazo.
La gran mayoría de tarjeta habientes en nuestro país solo cubren el famoso pago mínimo, de esta manera se agrava la economía personal y familiar ya que no podrán hacer un uso conveniente de sus ingresos.
Siguiendo esta práctica, ellos estarán obligados a cubrir pagos parciales y pago de altas tasas de interés. Se percibe que el mayor problema lo constituye la carencia de una cultura financiera que les permita realizar una administración adecuada de sus ingresos y el uso conveniente de sus tarjetas de crédito.
Las personas de determinadas edades y de cierto margen de ingresos, son las más propensas a endeudarse con dinero plástico ya que no lo ven como un pasivo sino como una extensión de sus ingresos.
La falta de conocimiento de la forma en que opera el sistema crediticio a través del dinero plástico ha provocado un alto endeudamiento de las familias mexicanas y un jugoso negocio para quienes participan en este ramo del mercado financiero.
De acuerdo con estadísticas, menos del 27.8% de los tarjeta habientes cubren el total de sus disposiciones mensuales. La emisión de plásticos está en aumento, razón por la cual cada vez ingresan a esta situación nuevos usuarios de dinero plástico que en poco tiempo pasarán a ocupar las filas de los deudores permanentes.
Es importante que los usuarios de estos plásticos conozcan esta situación y tomen en serio el manejo de sus tarjetas de crédito.