Los egresados de la licenciatura en Derecho saben cuán satisfactorio es terminar este nivel educativo y lo esperanzador que resulta comenzar un camino profesional. Con ello, llega una pregunta muy importante: ¿qué sigue? Este cuestionamiento es fundamental en la vida de todo estudiante, pues permite continuar un proceso de aprendizaje por dos vías.
Por un lado, está la vía profesionalizante. Esta es la que usualmente continúa después de estudiar una carrera, pero no sólo eso: es precisamente la que nos impulsa a elegirla. “Voy a estudiar aquello en lo que me veo trabajando después”, suele ser como pensamos.
Por otro lado, existe el camino académico, que permite continuar la licenciatura con programas avanzados de posgrado, como diplomados, maestrías y doctorados, y que nos permiten seguir aprendiendo para actualizar la información en nuestro radar y esquemas de pensamiento. Para este camino existen programas como el de la Maestría en Derecho Penal Acusatorio.
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Antes, muchos sectores de la población podían acceder a un programa de licenciatura y continuaban su aprendizaje en la práctica; es decir, al concluir sus estudios comenzaban inmediatamente a laborar sin pausas y es así como consolidaban de manera vertiginosa su carrera.
En el caso del Derecho, esto traía consigo ventajas y desventajas por igual, ya que, mientras se establecía una red de enseñanza-aprendizaje entre colegas, se ignoraban las nuevas metodologías y procedimientos legales que surgían, lo que suponía una desactualización y una falta de competitividad.
A raíz de esto, sumado al ritmo cada vez más acelarado y exigente en la preparación de los profesionistas, se volvió necesaria la actualización constante mediante programas de posgrado para poner al día al estudiante sobre las normas, valores sociales contemporáneos, como sucede con los derechos humanos en nuestro país, por ejemplo.
Lo comentado anteriormente nos lleva a la pregunta “¿vale la pena seguir estudiando después de la carrera?”. Teniendo en cuenta que hoy llevamos un ritmo de vida más acelerado que antes, hay una exigencia mayor en cuanto a lo que se espera de nosotros también en el mundo laboral.
Actualmente, estudiar un posgrado en Derecho abre muchas puertas a oportunidades excelentes, de todo tipo, que no surgirían si se estudia sólo la licenciatura. En este sentido, cada vez más empresas e instituciones solicitan como requisito un grado de maestría o doctorado para poder contratar a un candidato. Y hablamos de instituciones tanto públicas como privadas.
También existen otras especializaciones en derecho, como la mercantil, laboral, civil. En el caso del derecho penal, se ha creado este programa de posgrado para los interesados en esta rama.
De esta manera se aseguran que los aspirantes a ocupar el puesto estén actualizados y a la vanguardia en normas, leyes, estatutos y regulaciones que deben cumplirse para continuar funcionando, y esto aplica tanto para empresas como para organismos de distinta índole.
Hoy existe la Maestría en Derecho Penal Acusatorio, que es una excelente opción por cursar debido a que ofrece numerosas ventajas a los estudiantes que buscan mantener un equilibrio entre sus estudios y este agitado ritmo de vida, ya que entre sus ventajas se encuentra la de ser un programa completamente en línea.
Gracias a la reforma al sistema penal en México se ha puesto en discusión cómo con ello se intenta dar transparencia algunos procedimientos.
Las ventajas que ofrece este programa de estudios son numerosas, y a continuación te decimos cómo a través de ellas puedes especializarte sí estudiaste Derecho, para ser el mejor abogado penalista.
Ya que mencionamos esa gran duda que se puede generar al terminar una licenciatura, esta modalidad de Maestría está pensada para quienes quieren seguir formándose pero deben mantener un trabajo. De esta manera continúan creciendo a través de la plataforma Online Live.
Esta es una opción excelente para tomar clases en línea un día a la semana, con la ventaja de que, en caso de no poder asistir en alguna ocasión, las clases quedan grabadas y listas para consultarse posteriormente. Allí también se comparte material valioso para complementar el aprendizaje, disponible 24/7.
Estudiar a un tiempo y ritmo propios es fundamental cuando se trabaja y se estudia a la vez. En ello también influye la duración de un posgrado, por lo que estudiarlo durante dos años es un factor que resulta cómodo para cualquier profesionista.
Los puntos anteriores no tienen por qué ser sinónimo de una calidad inferior. La Maestría en Derecho Penal cuenta con la ventaja de estar diseñada por un departamento exclusivo que revisa y aborda todo el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera que el alumno adquiera todos los conocimientos pertinentes al Derecho Penal vigente y actualizado.
En consonancia con los puntos mencionados, los profesores practican su profesión día con día, y poseen una larga trayectoria. Esto los hace capaces no sólo de manera pedagógica sino también en materia de Derecho, lo que significa que el estudiante obtiene de primera mano toda esa experiencia traducida en clases innovadoras.
En realidad, la lista de ventajas para especializarte en Derecho es larga y continúa hasta donde tú quieras descubrirlo. Con estos puntos te has podido dar una idea de lo fácil que es ahora continuar con tu formación académica y seguir impulsando tu futuro como penalista en México.
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